Encierrados en las portadas de este libro hay varios misterios, varias trampas. De un lado están los personajes, ocultos detrás de sus incógnitas, que describen las coordenadas del alma, las formas que conforman los intersticios de una relación, una ciudad, un viaje. X y Z son hombres; Dos hombres. Y ella es una mujer; Una mujer ordinaria. Variables que representan la c Libros electronicos gratuitos en todos los formatos para Android Apple y Kindle. Descargar ebooks gratis para llevar y leer en cualquier lugar. Encierrados en las portadas de este libro hay varios misterios, varias trampas. De un lado están los personajes, ocultos detrás de sus incógnitas, que describen las coordenadas del
Encierrados en las portadas de este libro hay varios misterios, varias trampas. De un lado están los personajes, ocultos detrás de sus incógnitas, que describen las coordenadas del alma, las formas que conforman los intersticios de una relación, una ciudad, un viaje. X y Z son hombres; Dos hombres. Y ella es una mujer; Una mujer ordinaria. Variables que representan la condición superflua del nombre, la ubicación estúpida e intangible con la que un apellido fija las variaciones infinitas de la personalidad. X, Y y Z son los protagonistas abstractos que, desde el esqueleto de las situaciones actuales, enredan la realidad y el sueño, el azar y el encuentro, el azar y el juego. Cada uno colocará, en las incógnitas, los nombres que prefiere. Porque en los Cuentos de X, Y y Z el lector encontrará situaciones ya vividas, resumidas desde arriba, escritas por encima de los nombres de aquellos que han salido, inútiles por fin, innecesarios. Por otra parte, el autor también se oculta detrás del enigma que proponen sus iniciales, como si quisiera ser parte del juego contenido en estas páginas, como si supiera que nadie escapa a ser retratado en ninguna de estas historias. Finalmente, entre líneas, adhiriéndose a la falsa inocencia con que han sido escritas, el lector encontrará en los relatos un pulso oculto que es en sí mismo un último y más grande misterio: que no se proponen relatos, sino la evidencia de que somos capaces De descubrir nuestras propias mentiras; No cuentos, sino el comienzo de una revolución personal. Tal vez esta es la intención que ha llevado a Fr. M. para escribir las historias, simples y claras, fuertes, dejando de lado las formas engañosas de la retórica. Sin señalar a nadie más que señalándonos a todos.
El Libro Cuentos De X, Y Y Z - F.m. -
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