John Keats (1795-1821) sólo tenía veintiséis años, y dos de ellos lastrada por enfermedad, para dejarnos una obra eterna, a diferencia de otros más aclamado de manera romántica, que está ganando en valor con el tiempo. "Una cosa de la belleza es una alegría para siempre" una cosa de la belleza es eterna alegría, dejar que en Son titulos esplendidos de los que puedes disfrutar en las largas tardes de verano, entre trenes y aviones, disfrutando de un buen insomnio John Keats (1795-1821) sólo tenía veintiséis años, y dos de ellos lastrada por enfermedad, para dejarnos una obra eterna, a diferencia de otros más aclamado de manera romántica, qu
John Keats (1795-1821) sólo tenía veintiséis años, y dos de ellos lastrada por enfermedad, para dejarnos una obra eterna, a diferencia de otros más aclamado de manera romántica, que está ganando en valor con el tiempo. "Una cosa de la belleza es una alegría para siempre" una cosa de la belleza es eterna alegría, dejar que en ese verso memorable que con la que comienza su Endymion. "La belleza es verdad," la belleza es verdad, destacaría más tarde en su famosa "Oda a una urna griega". Pocos poetas han tratado de belleza tan dolorosamente en su forma más pura, el lirismo sin ser forzados. Tal vez sea este alto ideal que está marcado en la vida que hace que sus poemas a menudo respiran una especie de melancolía de lo inalcanzable. Keats no proclama su ego, pero lo que él llama "capacidad negativa", la pasión de su alma se disuelve en otra realidad, metamorfosearse en cualquier otro cuerpo, mejor estilo de Pessoa. El poeta "el grito del tigre / ella se articula y bostezos lengua paso / madre entre la oreja". Esa es su gran secreto: en esa dinámica constante de unión con las cosas. En una de sus cartas, pozos de sabiduría siempre intuitiva, explica lo que diferencia a Byron: "Él describe lo que ve y lo que imagino." Keats necesita el estímulo de la belleza, proceda de este paisaje, una obra de arte o el amor al ser superado por la ensoñación lírica y ver de la misma forma en que cree que el sentimiento, lo que se siente pensó, planteado tanto a una armonía superior. En muchos de sus poemas habla del "espacio interior del ojo", donde no existe el tiempo y donde el ideal frota.
El Libro Belleza Y Verdad - John Keats -
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